domingo, 18 de mayo de 2008

Domingo

Hoy estaba parado en el jardín y dije en voz alta: “Hoy me lleva el chanfle”. No sé hasta ahora qué significa. Supongo que es normal en un domingo eso de decir cosas sin mayor sentido. Como le informé, algo solemne, a E en la mañana: “Me siento un Deepak Chopra esquizofrénico”. Sí, como quién quiere predicar algo. No sé muy bien qué, pero algo. Hasta me imaginé a mí mismo inaugurando una pintoresca iglesia, que bautizaría con un nombre que rayara en lo ridículo pero que a la vez exista un intento de seriedad (traté en vano de encontrar el nombre. Si alguien tiene alguna sugerencia, es bienvenida). Pero preferí cortar por lo sano y abandonar la idea para no ofender la fe de alguien.
Después me aventuré al supermercado. Para variar la música me regalo algunos temas en qué pensar. Estaba en plena trova. Justo en la mañana E me dijo que odiaba la trova. Supongo que hay momentos en los que una que otra canción cae bien. Me traté de identificar con alguna frase. Una en particular me pareció interesante: “Me quedan muchos años de no ser feliz”. Bastante depresiva, pensé. Lo curioso es que la música inspiraba todo lo contrario. Pasaba tranquilamente como canción de Nubeluz. Entonces pensé que lo que el autor había querido transmitir era esto: puede que vengan tiempos difíciles, pero pondré mi mejor cara. Algo así. Aceptar lo que venga. Como dice J, “es lo que hay”, pero en un sentido optimista. Y bueno, llegué al supermercado. Me sorprendió que, a pesar de que vaya todos los días, las cajeras aún me miren con recelo. Claro, voy despeinado, con las zapatillas más sucias, escuchando música mientras compro. Decidí que la culpa era de mi casaca. Con mi cara de 25 años y con la casaca de prom. Pensé que esa podía ser la gota que derrama el vaso de las pobres cajeras. De regreso pasé al hip hop. Era Pedro Mo. En realidad en un momento dejé de prestarle atención a la letra y me concentré en el ritmo. Casi sin darme cuenta comencé a caminar con el ritmo. Y dándome cuenta casi me atropella un micro por no querer perder el ritmo de los pasos al llegar a una esquina. Gracias, Pedro. Y ya son las 5:55 p.m. y el domingo sigue escapándose entre mis dedos.

1 comentario:

*MaJiTa* dijo...

Dia productivo el tuyo!! (igual que el mio.

Por lo general los Domingos tiene un efecto adormeceder que nos hace pensar en tonterias (como si estuvieramso drogados), por eso odio los domigos!!