sábado, 24 de mayo de 2008

Tiempos difíciles


Hoy lo confirmé. Ya tengo una muestra representativa:
Lima está sumergida en la nostalgia. Al parecer estamos en una época en la que los recuerdos de los primeros amores nos asaltan. Al principio parecía coincidencia, pero a medida que seguían apareciendo los casos me fui convenciendo. Es más, hasta a mí me secuestró la nostalgia algunas horas. Tanto que me atreví a llamar a M en la madrugada para pedir auxilio. Y lloriqueando mis penas la motivé para lloriquear las suyas; estábamos en las mismas. Le comenté que los casos de mi círculo de amistades se multiplicaban con asombrosa rapidez, y ella me confirmó lo mismo del suyo. Le planteé la siguiente hipótesis: La llegada del invierno trae consigo una natural tendencia a la melancolía por la falta de luz solar. Esa melancolía se traduce en recuerdos de “mejores épocas”. Y qué mejores épocas que los primeros amores. Algo parecido. Aún faltan atar algunos cabos de esa hipótesis, pero la estructura está ahí.
Y algunos casos no se quedan en muecas impotentes. Están comenzando las llamadas, los mails. Si bien esto supone dolorosos recuerdos para algunos, muchos necesitan aún “pasar la página”. Lo veo totalmente positivo. A veces un “llamé para ver cómo estabas” significa muchísimo. Por mi parte también espero saber algo sobre la que aún considero mi mejor amiga.
Una simple sugerencia: Sean consecuentes con sus emociones. No se limiten por lo “razonable”. No dejen que el orgullo los restrinja. Pasen a la acción. Si quieren llamar, llamen. Si quieren escribirle algo, escriban. Todo está permitido en éstos casos. Hay que arriesgarse. No es condenable si las intenciones son honestas. Es sano y muy humano el expresarse. Susurren, escriban, griten, confiesen, mendiguen, reprochen.
Buena suerte.

1 comentario:

*MaJiTa* dijo...

Pocas veces estoy realmente en desacuerdo contigo, pero hoy lo estoy. Yo me niego a susurrar, escribir, gritar, confiesar, mendigar o reprochar. Creo que no estoy para eso...pero quien sabe, facil termine llamando de nuevo (ojala no)